EVÍTALO |
PRECAUCIÓN AL CONDUCIR CON NEBLINA
La
Neblina:
Existen varios tipos de neblina: la ligera y densa; la
espesa e impenetrable. Es necesario tener presente el factor básico -no importa
el tipo de neblina- de encender las luces, no para ver, sino para que nos vean.
Así entonces frente a la conducción con neblina en la calzada la principal
regla debe ser: REDUCIR LA VELOCIDAD Y ENCENDER LAS LUCES.
Neblina
espesa:
Cuando la neblina es muy espesa, la circulación es muy
comprometida si no se usan los focos antineblina. El problema de la
reflectividad de la neblina, o sea del rechazo de la luz de su vehículo por la
neblina, se debe a que la misma se encuentra formada por una cantidad de
pequeñísimas gotas que son las que rechazan la luz, la cual regresa
directamente hacia los ojos del conductor. En estos casos la luz corta es más
eficaz que la luz larga. La ventaja de la luz amarilla o focos antineblina es
que los focos o faros están situados debajo de los focos corrientes, lo que les
permite penetrar la neblina con más facilidad.
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