La conducción es una actividad compleja, compuesta de varias habilidades que se poseen en mayor o menor grado, y que pueden perfeccionarse a través de determinadas técnicas, ya que de lo contrario la deficiencia de alguna de esas habilidades llevará a errores en el desempeño de la conducción con la consecuencia previsible de sufrir un accidente.
Una correcta conducción y la máxima seguridad al volante comienza por la posición que tome el automovilista en su vehículo. Ésta nos permitirá reaccionar mejor y más rápidamente ante cualquier imprevisto. Por ello determinadas técnicas son aconsejables y debemos esforzarnos en la medida de lo posible de ponerlas en práctica. Una de ellas es sin duda la forma de sentarse al volante.
Una correcta posición al volante puede aportar muchas ventajas, entre otras reduciremos el tiempo de fatiga, pero sobre todo nos permitirá reaccionar rápidamente ante cualquier imprevisto que nos pueda surgir en la conducción. Debemos regular el asiento de manera que nos permita una postura cómoda, buena visibilidad, un fácil acceso a los mandos y la posibilidad de reaccionar con rapidez ante una emergencia (dar un volantazo, accionar un pedal, etc.)
Lo primero que tiene que hacer al sentarse al volante de su coche, es regular la distancia del asiento respecto de los pedales de forma que sus piernas queden ligeramente flexionadas, pero a la vez acceda cómodamente a los pedales, sin que tropiecen las rodillas con el volante.
Si su vehículo dispone de un sistema que permita regular la altura del volante, oriéntelo de forma que quede a una distancia que permita estirar los brazos en la forma descrita anteriormente. LEER MÁS EN FUENTE: http://www.seguridad-vial.net
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