El apoyacabezas
Previene el latigazo cervical que se produce especialmente
en las colisiones por alcance, pudiéndose producir un esquince cervical que es
una de las lesiones más usuales en los accidentes de tráfico. Casi una cuarta
parte de los accidentados la sufren.
Es muy importante regularlo correctamente, el borde
superior del apoyacabezas debe quedar situado entre el límite superior de la
cabeza y la altura de los ojos. El espacio existente entre el apoyacabezas y la
cabeza debe ser mínimo, no debe superar nunca los 4 centímetros.
Los apoyacabezas activos se activan bajo impactos posteriores, y están diseñados para acercarse automáticamente a la cabeza de los ocupantes en estas circunstancias. Esto no significa que no deban ser regulados tal como se hace con los apoyacabezas convencionales: la regulación de estos elementos es fundamental. Cuando se produce un impacto posterior, el apoyacabeza activo se desplaza inmediatamente hacia la cabeza del conductor, evitando que ésta se “quede atrás” en el movimiento hacia delante del resto del cuerpo. Este comportamiento permite reducir las lesiones por el llamado “efecto latigazo” (ver “apoyacabezas traseros”).
Existen diferentes sistemas de apoyacabezas activos, cada uno con modos de accionamiento y funcionamiento diferentes. Incluso existen sistemas que modifican la posición del asiento y su respaldo para evitar lesiones graves en el cuello. Todos estos sistemas están agrupados debido a que cumplen la misma función
Apoyacabezas traseros
Los apoyacabezas sirven para prevenir lesiones cervicales en impactos traseros. Para que sean eficaces, deben estar posicionados detrás de la cabeza del conductor. Sin embargo, normalmente ocurre que los apoyacabezas son regulados en su posición mas baja, reduciendo drásticamente su protección de caso de impacto posterior, llegando incluso a ser contraproducentes.
Cuando un vehículo sufre un impacto trasero es sometido a una aceleración hacia delante, lo que provoca que el asiento empuje el cuerpo del ocupante también hacia adelante. Si la cabeza de éste no se encuentra apoyada, oscila respecto del torso, lo que provoca un violento cambio de dirección en el cuello, que toma forma de “s” al principio y posteriormente se va hacia atrás. Este movimiento se denomina efecto latigazo.
Los apoyacabezas deben estar regulados de manera de maximizar su contribución a la seguridad de cada persona en caso de impacto posterior. La posición ideal del apoyacabezas es a menos de 5 cm de distancia, tanto vertical como horizontal, de la cabeza. La figura siguiente ilustra la regulación de este elemento.
En la figura de la izquierda, la zona de mayor seguridad (good) queda
determinada por las distancias de seguridad tanto en altura (height) como en
separación (backset), siendo la región donde se cruzan las dos franjas de
seguridad. Si se aumentan cualquiera de las distancia anteriores se sale fuera
de la región óptima, indicando que el nivel de seguridad entregado por el
apoyacabezas.
Los
apoyacabezas traseros, como se ve, son tienen una función de suma importancia
en impactos traseros. En los asientos delanteros son obligatorios por ley, lo
que demuestra su relevancia.
FUENTE: DRE Área Servicios de Transporte Conaset
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