3er Domingo de Noviembre

jueves, 2 de mayo de 2013

¿Cómo auxiliar en un accidente de tránsito?


Los accidentes de tránsito constituyen una de las mayores causas de muertes en nuestro país. La irresponsabilidad de los conductores, el irrespeto a las normas de tránsito, la falta de señalización de las vías, entre otras, son las causales de estos males.
Mantener la calma es prioritario para las personas que se ven envueltas en una desgracia.
Es necesario echar una ojeada rápida a la situación y observarla bien. Primero hay que pensar y después actuar.

¿Que hacer?
- Solicitar ayuda.
- Revisar las víctimas para determinar el tipo de atención que requieren.
- Estar seguro de las acciones a realizar.
- Identificar y registrar datos de la (s) víctima (s). 


Atención en el siguiente orden:
- Los que sangran abundantemente.
- Los que no presentan señales de vida.
- Los que presentan quemaduras.
- Los que presentan fracturas.
- Los que tienen heridas leves.
- Trasladar al accidentado al centro asistencial más cercano, después de prestar los primeros auxilios. 

PRECAUCIONES
-Pedir una ambulancia si hay heridos.
-Señalice el lugar del accidente.
-No utilizar ningún vehículo accidentado para transportar a los heridos.
-Dejar los fragmentos de vidrio, piezas de ropa, donde están.
-No borrar las marcas.
-Pedir a los curiosos que se aparten.

Accidentado atrapado en vehículo:
  • Si el accidentado está atrapado en el vehículo, hay que liberarlo lo antes posible, pero sin estirar nunca con violencia. La maniobra de Rautek (ver gráfico) es la más indicada para evacuar al herido.
  • Sitúelo en un lugar tranquilo y protegido de las inclemencias del tiempo. Es preciso taparlo para evitar la pérdida de calor. Curar las heridas. Si no existe pérdida del conocimiento, refrescarlo con agua o té. Solventar aquellos estados que ponen en peligro la vida, como el shock, el paro cardíaco, las hemorragias o la asfixia.
  • Se debe ayudarlo a despejar las vías respiratorias y asegurarse de que no existen lesiones múltiples.
  • En caso de que el herido se encuentre inconsciente, transportarlo en posición decúbito lateral para que la sangre y la saliva puedan derramarse.


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